La diversión que tienen los niños en una piscina es incalculable, no hay un lugar mejor donde los niños quieran estar cuando el sol aprieta. Pero además, podemos sacarle más beneficio aún a las piscinas y hacer terapia acuática para niños especiales y conseguir de esta forma que también estos niños disfruten de la piscina. Por tanto, la actividad acuática constituye una actividad terapéutica y lúdica que sirve de complemento al tratamiento fisioterapéutico de los niños con discapacidad.
La natación es siempre una buena actividad recomendable para niños y más casos de niños con espectro autista y parálisis cerebral. Este deporte fortalece el cuerpo, el corazón, los brazos y las piernas. Pero no solo eso, además es ideal para mejorar la resistencia cardiovascular. Además se puede aprovechar otros efectos relajantes o estimulantes para el organismo, combinando las propiedades térmicas con las del movimiento.
Mientras los niños se divierten en la piscina, los padres pueden sentirse bien al mismo tiempo viendo los beneficios terapéuticos de los que gozan sus hijos.
Hacer terapia acuática ofrece a los niños la oportunidad de practicar movimientos con gravedad cero. El agua también proporciona resistencia constante a los músculos que pueden promover la fuerza y la resistencia mejoradas. Nadar contra la fuerza del agua también es beneficioso como dijimos en el post Natación contra corriente y estática ¿En qué consisten?. Además los más pequeños se esfuerzan más en la terapia acuática que en una terapia normal.
Se trata de hacer que el niño se lo pase bien mientras se cuida, con actividades como buceo encontrando objetos, flotando de espalda, fideos de corcho, nadando con tablas, etc.
Los aspectos en los que influye esta terapia acuática son los siguientes:
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Aspecto psicomotor
A través del trabajo en el agua, el niño aprende dónde están sus límites motores. Y se busca que los traspase aprovechando la motivación y el atractivo que el agua le produce. Una vez los supere, el pequeño aumentará la confianza en sí mismo y logrará una satisfacción que le servirá mucho en su vida.
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Aspecto lúdico-social
Esta terapia también ayuda a la interacción social y a establecer comunicaciones fluidas. Igualmente favorece la integración del grupo, el autoestima y la relación del niño con el medio.
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Aspecto terapéutico
En este sentido, el medio acuático ayuda a que controle sus movimientos mejor que en el medio normal de gravedad constante porque las fuerzas con las que el niño con discapacidad física se debe enfrentar son mínimas. La experiencia de movimiento es muy positiva y consigue estabilidad, equilibrio, coordinación, movilidad, desplazamientos. Son importantes el tipo de sujeción que se le da al niño, así como las manipulaciones y el soporte.
A pesar de la diversión que viene con las piscinas, los adultos deben crear un ambiente seguro en la piscina y para enseñar la seguridad del agua, especialmente a los niños con necesidades especiales. Por ello, la participación de los padres en este tipo de actividades es de suma importancia. También porque la relación de afecto que se crea entre padres e hijos es muy fuerte, ya que el niño se divierte y se expresa con facilidad y los padres observan y sienten lo que hacen sus hijos.
Desde Hidroingenia te animamos a que practiques la Hidroterapia con tus hijos. Y si no dispones de la piscina adecuada para llevarlo a cabo, estamos dispuestos a satisfacer tus necesidades con toda la garantía que nos caracteriza.