El verano es la época preferida por los niños. Pocos planes hay más divertidos para ellos que pasar un día entero metidos en el agua, tirándose por toboganes o jugando con los flotadores. Desde Hidroingenia sabemos bien de lo que hablamos. Como expertos en la construcción de parques infantiles os aseguramos que los niños sienten auténtica pasión por las piscinas. A lo largo de estos años hemos trabajado en diferentes proyectos como el Parque Acuático de Mijas, el Parque Acuático Aqua Mágica de Isla Mágica (Sevilla) o Insotel Club Maryland en Formentera.
Sin embargo, en estos meses también se produce la mayoría de traumatismos, accidentes y fracturas infantiles ocasionadas (en la mayoría de los casos) por simples despistes. Para evitar que un día de piscina acabe en el ambulatorio más cercano hemos hecho una lista con cinco consejos y recomendaciones imprescindibles que garantizan días enteros de diversión sin tener de qué preocuparte.
–NO dejar a los niños solos y sin vigilancia. Por lógico y evidente que parezca algunas veces se olvida. La vigilancia de los padres con los niños (especialmente cuando estos últimos juegan en el agua) debería ser constante. No hay que confiarse o despreocuparse por considerar que el niño estará a salvo gracias a los manguitos y flotadores. Cualquier distracción, por mínima que parezca, puede ser clave para provocar un accidente, un golpe, o en el peor de los casos, un ahogamiento.
-Uso de flotadores. Además de la vigilancia continua a los niños y a los adolescentes (sobre todo si son menores de edad), es imprescindible utilizar flotadores y manguitos para mantener seguros a los niños al mismo tiempo que pueden moverse libremente en el agua para nadar, saltar o jugar.
–Evitar lanzamientos de cabeza. Lo sabemos. Es uno de los grandes caballos de batalla de todo padre que se precie. A los más peques les encanta tirarse de cabeza, sobre todo cuando han aprendido a nadar. Sin embargo, en este aparente gesto sin peligro alguno, está la causa de muchísimas lesiones y fracturas infantiles en dientes, mandíbulas y brazos. En el caso más extremo pueden incluso producir graves tetraplejías y traumatismos severos.
–Juegos y juguetes seguros. En la piscina toda preocupación es poca. Hay que evitar juegos que comporten riesgos directos como ahogadillas, zambullidas sin conocer muy bien el fondo de la piscina, así como saltos por encima de la cabeza de otros bañistas, entre otros juegos. Además los flotadores, manguitos, “spaguettis” y pistolas de agua, pelotas, colchonetas y similares deben estar homologados (y certificados) por la Comunidad Europea con el sello CE.
-Evitar la hipotermia. Sin lugar a dudas es el consejo de aplicar más difícil. ¿Cuántas veces te has visto a ti mismo diciéndoles a tus hijos que salieran del agua después de llevar más de dos horas sumergidos? Los niños adoran pasar todo el día a remojo hasta perder la noción del tiempo e incluso tiritar de frío. Este efecto, producido por baños excesivamente largos y muy prolongados entre sí, deriva en resfriados. Por mucho que cueste trata de convencer a tus hijos de que salgan del agua. Te aconsejamos llevar algún juguete adicional, libro o similar para que los niños entiendan que también pueden pasarlo bien fuera del agua.
¿Qué te parecen estas recomendaciones? Síguelas este verano y verás como todos disfrutáis felices de las vacaciones de verano, tanto en parques acuáticos como en piscinas comunitarias o privadas.