Cuando paseamos por las calles de las ciudades y los pueblos a lo largo de todo el mundo nos encontramos con multitud de fuentes. Pero, ¿has pensado alguna vez por qué hay tantas? ¿ Sabes cuál es el origen de las fuentes? En Hidroingenia te lo contamos.
El origen de las fuentes está en la Edad Antigua. En el siglo IV a.C comienzan a darse los primeros usos. En la Edad Media, la cultura islámica incluyó fuentes en el interior de palacios, jardines, patios y mezquitas. Como paradigma de esta realidad solo hay que darse un paseo por La Mezquita-Catedral de Córdoba o la Alhambra de Granada. Para la cultura árabe, el agua es un recurso esencial por su efecto purificador.
Antiguamente, el agua brotaba y procedía de fuentes naturales situadas en zonas montañosas. La finalidad esencial era trasladar el agua a las ciudades depurándolas de impurezas (piscina limaria) mediante acueductos. Después el agua iba a un redistribuidor (castellum aquae), desde donde salían todas las tuberías que canalizaban el agua a las distintas partes de la ciudad mediante tres niveles concretos:
1. Suministro de agua a las fuentes públicas.
2. Suministro de agua a edificios públicos.
3. Suministro de agua a fuentes decorativas.
La historia de las fuentes tiene su momento clave en Europa, en concreto, durante el Renacimiento. Los artistas y constructores no buscaban la funcionalidad de las fuentes, sino que alcanzaban la perfección estética características de todas las construcciones del momento. Las fuentes pasaron a convertirse en elementos de alto valor paisajístico. Uno de los ejemplos más representativos de este periodo es la famosa Fontana di Trevi de Roma.
Actualmente hay que diferenciar entre fuentes estéticas, situadas en los centros urbanos (Hidroingenia ha sido artífice de varias fuentes destacadas como la de Plaza José Benjamín), y fuentes funcionales, ubicadas a las afueras de las ciudades.
El agua es uno de los recursos básicos más importantes para la Humanidad. Incluso la ONU considera que el agua es un derecho humano. En un contexto de recesión económica mundial, hoy más que nunca garantizar el acceso de agua potable es un objetivo básico para asegurar el progreso. Conscientes de esta situación, los gestores del abastecimiento han incrementado sus esfuerzos en ofrecer fuentes de uso colectivo en espacios públicos.
Precisamente, el agua puede tener diversos usos (doméstico, agricultura, ocio, vía de comunicación, industria) por este motivo no es de extrañar que el agua sea un bien preciado.
Como ves, la importancia que tienen las fuentes en la vida de las personas y de las ciudades es crucial. Desde Hidroingenia seguiremos contribuyendo a mejorar la sociedad día a día gracias al diseño y proyección de fuentes con un diseño inspirador.