LLUVIA… ¿AMIGA O ENEMIGA DE LA PISCINA?

¿A quién no le parece de película estar en la piscina y que empiece a llover? En la época invernal, no nos bañamos, pero si que llueve con frecuencia y esto daña el agua de nuestra piscina. ¿Pensabas que la lluvia era inofensiva? Sigue leyendo, te lo explicamos todo.

Problemas y consecuencias

El clima lluvioso puede tener un efecto adverso sobre el agua de tu piscina, ya que las gotas de lluvia traen consigo esporas de agua y desechos aéreos. Si añadimos otro factor, como es el aire, tendremos un bonito cóctel de hojas y suciedad para limpiar.

Todos estos agentes externos reaccionan con el cloro, reduciendo su nivel en el agua, y si añadimos la descomposición de la suciedad, propicia el crecimiento y reproducción de algas y otros organismos en nuestra piscina.

Por tanto, las consecuencias más comunes que nos podemos encontrar son:

Piscina Sucia. La lluvia puede traer tierra o barro, haciendo que todo nuestro fondo se ensucie.
Subida del nivel de agua. Al superar el nivel de los skimmers, estos no desempeñan la función de recogida de la suciedad.
PH descontrolado. Normalmente, con la lluvia el PH de la piscina tiende a subir, por tanto, la desinfección funcionaría y el agua se nos pondría verde.
Reducción de cloro. Debido al aumento de agua, la concentración de cloro disminuye.
Si tenemos un local técnico enterrado, es posible que se pueda inundar.

Así que no, la lluvia no es amiga de la piscina y lo mejor para evitarla sería poner un cobertor.

Soluciones

Respecto a las consecuencias del apartado anterior, traemos las mejores soluciones para que tu piscina quede perfecta. Sigue los pasos que indicamos a continuación.

Lo primero será rebajar el nivel del agua, si vemos que el mismo ha subido en exceso. Se puede hacer un vaciado y pasar el limpiafondos, aprovechando para limpiar el suelo de la piscina. Si utilizamos el recogehojas, con ayuda de los skimmers, eliminamos la suciedad superficial.

Medimos el nivel de PH, ya que es fundamental para añadir el nivel de cloro perfecto. Si existe algún desajuste, añadiremos corrector del PH. Añadimos cloro o algicida como tratamiento de choque, para eliminar las esporas de algas y otros microorganismos indeseados. Sobre el cloro, tener en cuenta que si contiene función floculante será mejor, ya que hará que las partículas más pequeñas se junten y el filtro de la depuradora las pueda retener.

Por supuesto, ponemos en funcionamiento la depuradora durante 24 horas, con el fin de eliminar las partículas de suciedad que hayan quedado flotando, y también para que el agua se mueva y el desinfectante vertido haga su efecto.

Transcurridas las 24 horas, debemos limpiar el filtro de la bomba; normalmente colocando la palanca selectora en la posición de enjuague, aunque para no tener problemas, recomendamos que se consulte las instrucciones.

Al día siguiente, repetimos el proceso químico, es decir, analizamos de nuevo los niveles de PH y cloro, añadiendo producto en caso necesario, y haciendo funcionar el filtro para recoger las esporas de algas muertas.

En el caso de que el local técnico haya sufrido inundaciones, lo primero que debes hacer es vaciarlo y nunca encender la filtración. Si no ha llegado al motor o al cuadro eléctrico, el problema no es grave, pero si se encuentran afectados, lo mejor es llamar a un técnico y que se realice un correcto secado del motor.

Después de la tormenta es recomendable medir los valores cada pocos días, para asegurarnos que continúan estables y reequilibrarlos si es necesario. Lo que debemos conseguir con el tratamiento es que las algas se eliminen más rápidamente de lo que se estén reproduciendo.