Todo lo que debes saber sobre la Terapia Acuática

La terapia acuática se ha convertido en una excelente opción de recuperación. Es la mayor herramienta para las personas con cualquier tipo de discapacidad, ya que aumenta la circulación, mejora el ritmo cardíaco, desarrolla la capacidad de movimiento, disminuye la presión arterial y perfecciona el funcionamiento del sistema digestivo, entre muchos beneficios más; es ideal para la rehabilitación neurológica.

 

¿EN QUÉ CONSISTE LA TERAPIA ACUÁTICA?

Este tipo, se basa en la terapia física en un medio acuático, incluyendo el tratamiento, rehabilitación, prevención, salud, bienestar y aptitud física del paciente, en un ambiente distinto, con ayuda de la fisioterapia.

El agua nos proporciona un medio donde el cuerpo adquiere gran cantidad de libertad de movimiento, y donde puede llevar a cabo ejercicios y actividades difícilmente realizables en suelo firme, pudiendo actuar sobre el equilibrio, la coordinación, la destreza, la marcha, el control postural, el acondicionamiento físico, la función pulmonar, etc.

 

¿A QUIÉN SE RECOMIENDA?

La terapia acuática está recomendada para todas las personas que han pasado recientemente por una intervención quirúrgica o tienen lesiones, y no pueden realizar determinados movimientos, así como, para personas que quieren relajarse y cuidar su cuerpo.

Uno de los principales campos en los que podemos aplicar esta forma de tratamiento, es el de la neurorehabilitación, dirigido, entre otros, a pacientes adultos que padecen procesos neurológicos, como el ictus, la esclerosis múltiple, el parkinson, el daño cerebral, etc. o niños con alteraciones motoras por daño cerebral desde el nacimiento o adquiridos con el tiempo.

El agua favorece la movilidad del cuerpo, por ello, esta terapia es recomendable para todo tipo de pacientes, siempre y cuando estos no tengan heridas dermatológicas, miedo al agua, o cualquier alergia a los productos que puede tener una piscina.

 

BENEFICIOS DE LA TERAPIA ACUÁTICA

La terapia acuática, también conocida como hidroterapia, tiene múltiples beneficios, como por ejemplo:

  • Favorece el drenaje de edemas.
  • Favorece la movilidad del cuerpo.
  • Reduce los dolores articulares.
  • Aumenta la fuerza muscular.
  • Favorece la recuperación de pacientes con problemas neurológicos.
  • Reduce los niveles de estrés.

 

¿QUÉ TIPOS DE TERAPIA ACUÁTICA PODEMOS ENCONTRAR?

Existen varios tipos, aunque los más comunes son:

  • Hidromasaje: Ideal para tratar el estrés, debido a su efecto relajante. Consiste, sencillamente, en la aplicación de masajes por medio de chorros de agua.

Fuente: Viajes transformando vidas

 

  • Hidrocinesiterapia: A través de ella, se realizan ejercicios físicos dentro del agua, para mejorar la función respiratoria, las cavidades corporales y el sistema circulatorio. Es aplicada positivamente en procesos agudos de los huesos y músculos tales como reumatismos crónicos, osteoporosis y enfermedades relacionadas a la columna.

Fuente: terapia-fisica.com

 

  • Hidropinoterapia. Terapia basada en aguas que poseen una cantidad de elementos minerales curativos. Cada agua aplicada, bien sea agua mineral natural o agua minero-medicinal, tendrá diferentes efectos en el organismo. A diferencia del resto de las terapias, esta se realiza por las mañanas en ayunas y se bebe pequeños sorbos.

Fuente: La Voz de Galicia

 

Es importante resaltar que cualquiera que sea la terapia que realices, bien sea para mejorar una patología o para mantenerte en forma, no debes tener ningún tipo de incisión abierta, infección activa, o cualquier otra causa que te impida realizar la terapia adecuadamente.Así como, si utilizas oxígeno en casa o tienes problemas de corazón,, tal vez podrías no tolerar la actividad.

 

La terapia acuática ofrece muchos beneficios físicos y emocionales, por lo que, desde Hidroingenia, te animamos a intentar realizar este tipo de ejercicios. Notarás los resultados.

El agua es vida; cámbiala con ella.

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