Por todos es sabido que para realizar un correcto uso y garantizar el máximo disfrute de nuestra piscina es fundamental que el agua cuente con una óptima calidad. En esta entrada, hablaremos de los sistemas manuales de desinfección más interesantes para tu piscina:
Cloro químico
Este método es el más habitual, fácil, eficaz y barato.
El cloro químico actúa por oxidación, convirtiendo los residuos orgánicos (pelo, piel, etc) y suciedad que pudiera haber en la piscina, en compuestos más simples que se evaporan en forma de gas.
Las pastillas de cloro son el método más usado como desinfectante en las piscinas privadas. En los últimos años, estas pastillas han mejorado muchísimo ya que no solo cloran progresivamente el agua, si no, que, además actúan como bactericidas, fungicidas, cristalizadores, alguicidas, floculantes, etc. El periodo de contacto con el agua que esta requiere dependerá de la dosis de cloro aplicada.
Normalmente, para un agua con un pH próximo a la neutralidad, considerablemente limpia y sin contaminaciones desmesuradas, se requiere alrededor de cinco o diez minutos de contacto con dosis inferiores a 1 mg/l de cloro. De todos modos, en cada caso se deberá concretar la dosis mínima necesaria para que un ligero residuo permanezca libre entre 0.4 y 1,5 mg/litro o ppm que nos de la seguridad de que el agua está limpia de agentes patógenos vivos.
Podemos encontrar el cloro químico en formato líquido o sólido. Si deseamos aplicar el formato sólido, podemos elegir, entre pastillas o polvo, en función de la velocidad de actuación necesaria para la depuración de la piscina.
Hipoclorito de Sodio:
El Hipoclorito de Sodio es obtenido del cloruro sódico mediante un proceso electroquímico. Está disponible en formato líquido o sólido, en pastillas, y frecuentemente se usa como desinfectante y agente blanqueante. Puedes usar una bomba de dosificación para administrarlo.
El uso de este desinfectante modifica el pH del agua, por lo que es muy importante llevar un estricto control. El Hipoclorito de Sodio es tanto un poderoso desinfectante para la piscina como letal para muchos microorganismos, virus y bacterias que pueden alojarse en nuestras piscinas. Su poder desinfectante se ve favorecido por su carácter residual.
Sin embargo, tiene algunos inconvenientes como son su coste comercial y su manipulación, pues es muy corrosivo. Además, precisa de la instalación de depósitos ventilados y bombas dosificadoras.
Bromo:
Al igual que el cloro, el bromo es un eficaz desinfectante, sin embargo, es más a activo a pH elevado. Podemos encontrar varias ventajas del uso del bromo, por ejemplo, no provoca malos olores, no irrita la piel ni los ojos, no daña el cabello ni la ropa, además, es característico por su capacidad de eliminar algas. Puedes adquirirlo en tabletas y también puedes usarlo con dosificadores automáticos.
Hasta lo comentado aquí todo parecen ventajas, pero, sin embargo, a diferencia del cloro, el bromo tiene un coste más elevado. No obstante, nos garantiza que nos libraremos de ese olor tan peculiar de las cloraminas.
Peróxido de hidrógeno:
El peróxido de hidrógeno, a diferencia del resto, es un desinfectante ecológico. Su formato es líquido, libre de cloro, bromo o cualquier sustancia tóxica.
Su gran poder permite que el agua se mantenga desinfectada incluso en temperaturas elevadas, además, gracias a su efecto depósito, si no usas demasiado la piscina, el producto durará más todavía.
Sin embargo, existe un problema bastante considerable, y es que necesita una manipulación especializada dado su grado de peligrosidad. Esta es la razón que hace que su precio sea considerablemente más caro que el cloro.
¿Y tú? ¿Qué desinfectante usas en tu piscina?
Si necesitas más información sobre los métodos de desinfección para tu piscina, en Hidroingenia contamos con los mejores especialistas para asesorarte. Contacta con nosotros y te ayudaremos.