Las piscinas de agua salada cada vez ganan más adeptos. Tanto a nivel particular, para hogares y viviendas, como a nivel masivo, como centros de bienestar, ocio e incluso hoteles y otras instalaciones, las piscinas de agua salada se han incrementado.
Sin duda, los beneficios de su disfrute son notables: denotan mayor bienestar por la sensación de la sal, pero con más ventajas. Porque aunque la imita, el agua no es exactamente igual que el agua del mar. Y eso favorece en cuanto a menos irritación o enrojecimiento de los ojos, y menor sequedad de piel y cabello. Pero además mantiene por supuesto los beneficios del agua salada en nuestro cuerpo: revitalización de los tejidos, mejora de la capacidad sanguínea, mejora de la capacidad pulmonar, eliminación de toxinas de la piel…
Pero, ¿cómo funcionan las piscinas de agua salada?
La cloración de piscinas de agua salada consiste en echarle sal. ¿Qué ocurre entonces con el cloro, que como sabemos tiene la función de desinfectar? En realidad, el tipo de sal que se usa, junto con el equipo técnico adecuado, favorece la producción del cloro que desinfectará la piscina al tiempo que consigue los efectos del agua marina.
Esto tiene lugar por un proceso llamado electrólisis. Se trata de un descubrimiento del físico Michael Faraday en 1834… y en la actualidad una teoría física tan relevante puede aplicarse a estas piscinas. Como curiosidad, en España comenzó a implantarse este sistema en 1993.
Pero, ¿en qué consiste? Se añade sal según cada litro de agua que tenga la piscina y se instala un clorador salino. El agua, ligeramente salada, pasa por unos electrodos instalados en el sistema de depuración de la piscina.
Al pasar el agua salada por los electrodos, la sal que contiene se convierte en un desinfectante muy activo. El consumo eléctrico es muy bajo y no hay necesidad de cambiar el agua de la piscina ya que se mantiene en perfecto estado.
Por tanto, ya encontramos ventajas en el mantenimiento de las piscinas de agua salada, que quizá sea una de las preocupaciones tanto a nivel empresarial como particular.
El mantenimiento de piscinas tiene normalmente sus tareas básicas fundamentadas en constantes cuidados del cloro y el PH. No obstante, y aunque parezca extraño, es más sencillo el mantenimiento de una piscina de agua salada, ya que los niveles pueden mantenerse estables. ¿Cómo? Eso se consigue con los equipos adecuados que realicen el proceso de electrólisis.
Aunque en principio resulte más costoso el equipo para una piscina de agua salada, el gasto se compensa por el mantenimiento y productos químicos de las piscinas de cloro.
¿Qué, te parece? ¿Te apuntas a incluir piscinas de agua salada en tus instalaciones o en tu hogar?